EL GRAN TRIUNFO DE LA LIBERTAD AVANZA REDEFINE EL MAPA POLÍTICO ARGENTINO
- Publicado, lunes, 27 de octubre de 2025 --
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Ayer se celebraron las elecciones legislativas en Argentina, en las que se renovaron 127 de las 257 bancas de la Cámara de Diputados y 24 de los 72 escaños del Senado.
El resultado significó un golpe de impulso para el gobierno del presidente Javier Milei, cuyo partido logró captar aproximadamente el 40,8 % de los votos a nivel nacional. Esta cifra sorprende tanto por su magnitud como por las expectativas previas, que lo colocaban más cerca del 30-35 %.
La victoria alcanzada por LLA fue notable en varios sentidos. En primer lugar, la baja participación electoral: se consignó una concurrencia del 67,85 % del padrón, la cifra más baja para una elección nacional desde el retorno de la democracia en 1983.
Desde el punto de vista territorial, LLA logró imponerse en 16 de las 24 provincias, incluyendo distritos tradicionalmente hostiles al oficialismo, como la provincia de Buenos Aires, la de mayor peso electoral. En ese distrito, el giro fue especialmente relevante, ya que en las elecciones provinciales del 7 de septiembre había quedado segundo con 33,71 % frente a 47,28 % del bloque peronista.
El resultado legislativo refuerza considerablemente la posición de Milei frente al Congreso. Su partido pasó de tener 37 diputados a un número estimado de hasta 101 (según algunas proyecciones) tras los comicios. Si bien aún no cuenta con mayoría absoluta, su fuerza ha crecido lo suficiente para condicionar el tablero político y empujar su agenda reformista.
Las implicancias políticas son amplias. Este triunfo se interpreta como un referéndum implícito sobre el rumbo económico y social del país: los votantes le otorgaron mayor margen al gobierno para avanzar en reformas de mercado, Estado y regulación.
Al mismo tiempo, pone a la oposición ante la necesidad de reconfigurarse, de articular alternativas y de recuperar vigencia. Sin embargo, junto al triunfo vienen desafíos: la fragmentación parlamentaria implica que, aunque LLA es la fuerza dominante, seguirá requiriendo alianzas para aprobar leyes clave.
