MILEI PRESENTA EL PRESUPUESTO 2026 CON FOCO EN EL DÉFICIT CERO Y TENSIONES CON LOS GOBERNADORES

El presidente lo presentará esta noche, a través de cadena nacional desde la Casa Rosada. El mensaje oficial será grabado y se difundirá alrededor de las 21 horas, mientras que el texto completo ingresará al Congreso para su tratamiento en las próximas semanas.

El plan económico que el Gobierno anticipó ante el Fondo Monetario Internacional prevé alcanzar un superávit fiscal primario de alrededor del 2,2% del Producto Bruto Interno, lo que permitiría sostener el objetivo de cerrar el año próximo sin déficit financiero. La estrategia estará marcada por una fuerte reducción de subsidios, que caerían a apenas el 0,8% del PBI, y por la continuidad de los recortes en obra pública nacional, aunque con prioridad en proyectos considerados estratégicos.

El presupuesto proyecta un crecimiento económico cercano al 4,5% y una inflación en descenso, con un rango estimado de entre 7% y 12% anual para 2026. En materia social, se prevé que el gasto en jubilaciones crezca levemente, pasando del 6,7% al 6,8% del PBI, mientras que las asignaciones y programas de asistencia se mantendrían en torno al 3,2%. El oficialismo también estima un aumento en los ingresos fiscales, principalmente por la recuperación del impuesto a las Ganancias, lo que llevará la presión tributaria de 22,2% a 22,7% del PBI.

El método de “base cero”, que propone revisar y justificar cada partida desde su origen, será una de las herramientas clave de esta propuesta, lo que marca un cambio respecto a la tradicional actualización de presupuestos pasados. Sin embargo, la iniciativa ya genera fricciones con los gobernadores, quienes reclaman más fondos para las provincias y advierten por la caída de transferencias discrecionales, en especial los Aportes del Tesoro Nacional.

Con este proyecto, Milei busca enviar un mensaje doble: al electorado, para reforzar la idea de disciplina fiscal como bandera de su gobierno; y a los organismos internacionales, en particular al FMI, como prueba de que el plan de ajuste sigue firme. El debate en el Congreso será, no obstante, una prueba política decisiva en un contexto en el que las provincias presionan por mayores recursos y en el que la campaña electoral agrega un condimento extra a la discusión.