EL VATICANO IMPONE MEDIDAS EXTREMAS PARA BLINDAR EL CÓNCLAVE

El Vaticano ha puesto en marcha un conjunto de medidas excepcionales de seguridad y aislamiento para garantizar el hermetismo absoluto del cónclave que comienza este miércoles 7 de mayo de 2025, tras el fallecimiento del papa Francisco.

Con el objetivo de preservar la confidencialidad del proceso de elección del nuevo pontífice, se han establecido protocolos tecnológicos, logísticos y disciplinarios sin precedentes. Una de las principales disposiciones es la prohibición total del uso de teléfonos móviles. Los 133 cardenales electores deberán entregar sus dispositivos antes de ingresar a la Capilla Sixtina.

Además, a partir de las 15:00 hora local, se desactivará toda la red de telefonía móvil, radio e internet dentro del Vaticano. Estas restricciones se aplican también al personal de apoyo involucrado en el proceso, como cocineros, personal médico y asistentes, quienes deberán prestar juramento de secreto absoluto bajo pena de excomunión automática en caso de incumplimiento.

Para reforzar aún más el aislamiento, se han instalado bloqueadores de señal en los alrededores de la Capilla Sixtina y se han tomado medidas para impedir cualquier comunicación visual o auditiva con el exterior. Incluso se ha mencionado la posibilidad de utilizar una jaula de Faraday, una estructura que impide la transmisión de ondas electromagnéticas, asegurando así que ninguna información pueda filtrarse fuera de los muros del Vaticano.

Estas medidas buscan salvaguardar la integridad de uno de los ritos más antiguos y solemnes de la Iglesia Católica. La elección del nuevo papa no solo es un evento de trascendencia espiritual, sino también política, y su desarrollo debe darse en un clima de absoluta discreción, libre de presiones externas o filtraciones. El Vaticano demuestra así su firme decisión de mantener la tradición y el secreto del cónclave, incluso en plena era digital.